domingo, 10 de julio de 2011

Qué tipos de dietas milagrosas existen?

Las dietas milagro se pueden dividir en tres grandes grupos:
1)      Dietas hipocalóricas desequilibrada
2)      Dietas disociativas
3)      Dietas excluyentes

1) Las dietas hipocalóricas desequilibradas: Consisten en disminuir drásticamente la ingesta  y aunque si consiguen una disminución de peso, en cuanto se abandonan aparece el efecto rebote, además son muy peligrosas para la salud, pues pueden provocar trastornos metabólicos, alteraciones gastrointestinales, cardiacas,  dermatológicas  e incluso  trastornos psicológicos.
2) Las dietas disociativas se basan en que los alimentos no engordan por si mismos sino al consumirlos junto con otros.  Estas dietas no limitan la ingesta de alimentos energéticos, sino que pretenden impedir su aprovechamiento como fuente de energía con la disociación.
La disociación de alimentos resulta un tanto utópica, ya que pese a existir alimentos ricos en proteínas y otros ricos en féculas, un mismo alimento puede contener ambos nutrientes.
3) Las dietas excluyentes son las que predican la eliminación de algún nutriente, las hay de varios tipos:
a) Dietas ricas en hidratos de carbono, sin proteína ni grasa: Se basan en que los carbohidratos eliminan el hambre momentáneamente, en estas dietas se pierde peso a expensas de la masa muscular y de la proteína que forma parte de los órganos vitales: como  corazón y riñones.  Puede ocasionar déficit de nutrientes y que descienda la presión arterial e incluso se han dado casos de arritmias cardiacas intratables.
b) Dietas ricas en proteínas y pobres en hidratos de carbono y grasa: Prometen resultados rápidos sólo si se come carne, tocino, huevos y otros alimentos hiperproteicos, y si se suprimen o limitan al máximo alimentos ricos en hidratos de carbono, como cereales y derivados (arroz, pasta, pan), papas, legumbres, verduras  y frutas. Estas dietas no han demostrado su eficacia en la pérdida de peso a largo plazo, ya que suelen ser también altas en grasa y escasas en nutrientes básicos como minerales y vitaminas. Un aporte excesivo de proteínas pero insuficiente de hidratos de carbono puede ocasionar descalcificación ósea y daños renales por exceso de nitrógeno. También pueden causar fatiga y mareos por falta de hidratos de carbono, ya que la glucosa, un sustrato deficiente en estas dietas, es la fuente de energía preferida por el organismo. Además, estos regímenes  favorecen la deshidratación y elevan los niveles de colesterol y triglicéridos, factores de riesgo cardiovascular, además aumentan los niveles de ácido úrico y pueden provocar ataques de gota, hace que se pierda proteína muscular e incluso proteína visceral, puesto que el organismo la emplea como fuente de energía.
c) Dietas cetogénicas: ricas en grasa sin hidratos de carbono: este tipo de dietas constituyen una de las formas más peligrosas y extendidas en el tratamiento de la obesidad. Se basan en una reducción en la ingesta de hidratos de carbono, que se sustituyen por grasas.  Al aumentar los niveles de colesterol y de triglicéridos en sangre, aumenta el riesgo de enfermedades cardiovasculares, hepáticas y renales. Por su desequilibrio nutricional provocan una disminución de las reservas de glucógeno (sustancia de reserva que una vez utilizada por el organismo se transforma en glucosa), y del agua ligada a él, lo que provoca una pérdida de peso rápida que se recupera cuando se vuelven a ingerir alimentos ricos en hidratos de carbono.
Si lo que quieres es bajar de peso lo que necesitas encontrar es un régimen alimenticio balanceado que puedas seguir y adpatar a tu forma de vida.

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